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La penetración del seguro en México es baja. No llega ni a un 20% de la población. Afortunadamente parece haber un alza reciente, lo cual habla de una mejor cultura financiera.
¿Tú estás asegurado?
Si contestaste que no, puede que una de tus razones sea:
- Que es un producto muy caro
- Que no lo necesitas, igual no estás planeando tener un accidente
- Que prefieres usar tu dinero en una inversión
- Que te basta con el seguro de tu empresa
Todas las razones son válidas, pero fácilmente refutables. Por ejemplo,
- ¿Sabías que hay seguros de una gran variedad de precios? Se ajustan a tu presupuesto.
- Nadie planea enfermarse, tener un accidente ni mucho menos fallecer, pero los siniestros ocurren, y por eso un seguro te protege a ti, tu familia, tu empresa y tu retiro.
- Una inversión es una excelente idea. De hecho, como asesores patrimoniales te lo recomendamos. Pero, ¿cómo podrías disfrutar de tus inversiones sin un seguro? Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa.
- ¿Sabes por cuánto te asegura tu empresa? En su mayoría son coberturas pequeñas, porque son mutualidades. En caso de una enfermedad grave, no basta con este seguro.
Si quieres aprender más sobre los seguros y su funcionamiento, búscanos sin compromiso. Nos mueve acrecentar la cultura financiera. Es hasta positivo para el PIB del país.
Si ya tienes un seguro, lo más probable es que le puedes sacar mucho más jugo del que ya le sacas. Te compartimos un par de consejos sobre lo que tal vez haces, pero no deberías, con tu seguro.
6 cosas que no debes hacer con tu seguro
- Programar los tratamientos o cirugías sin consultar con tu asesor
Recuerda que tu asesor de seguros es quien te puede ayudar a tomar estas decisiones y, sobre todo, dejarte saber si es viable o no. Va a depender de tu cobertura y del tipo de seguro que tengas. Consúltalo con él o ella. Sus tips y recomendaciones son oro puro.
- Guardarlo en el fondo del cajón y no decirle a nadie que estás asegurado
Suena muy loco, pero hay personas que contratan un seguro, lo guardan y lo dejan escondido. Tienes que dejarles saber a tus familiares que tienes uno para que, en caso de una emergencia, puedan usarlo.
- Pagar al límite del plazo permitido
Si adoptas estas conductas y un día se te va pagar, estarás en problemas porque se empieza a evaluar si mantienes tu póliza o no.
- Dejar que se cancele por falta de pago…
Y rehabilitarla porque se reinicia el periodo de disputabilidad en las pólizas de vida, o se pierde la antigüedad en Gastos Médicos Mayores. No llegues a estos límites. Todo esto habla de ti frente a la aseguradora.
- No conocer las coberturas y sumas aseguradas
Esto es importante a la hora de estar en el hospital o de programar una cirugía. ¿Qué tal si te pasas del límite? Estos datos son más importantes que tu signo del zodiaco o la serie más famosa de Netflix.
- No darle seguimiento una vez al año
Hazlo para que te des cuenta de la evolución de tu seguro, de los nuevos beneficios que recibes, y para planear con tu asesora o asesor los siguientes pasos hacia tus metas financieras.
Te invitamos a que nos contactes para que hablemos de tu protección. Con un seguro:
- Se salvan vidas
- Se asegura el futuro de una persona a pesar de que queda inválida
- Se forman retiros dignos y formidables
- Tienes pagada la educación superior de tus hijos antes de que obtengan una matrícula universitaria
- Le permites a tus seres queridos enfrentar su duelo sin preocupaciones
- Obtienes la tranquilidad y seguridad suficientes para alcanzar tus otras metas financieras
No pospongas esta vital decisión. Contáctanos para que te hablemos sobre el seguro ideal para ti:
