Ser jefe involucra muchas responsabilidades. ¡Pero muchas más satisfacciones! Llegar al punto de ser tu propio jefe no es difícil si trabajas con dirección, honestidad y mucha pasión. Te compartimos unas señales básicas de que ya estás en ese punto.
¿Sabes si eres tu propio jefe? Son muchas las personas que se refieren a sí mismas de esta manera. En algunos casos tienen razón. En otras, no.
No se debe precisamente a una confusión, sino a un error en el concepto. Hay cuestiones que ser tu propio jefe te da a manos llenas. Otras solo se consiguen si eres un empleado.
Analicemos cómo saberlo…
6 señales de que eres tu propia jefa o jefe
- Tus ingresos dependen de ti
Tanto como si se vende un millón o cinco pesos, es tu responsabilidad. La cantidad de tus ingresos está directamente relacionada con tu empuje y tu trabajo. Es válido que tengas a un equipo de trabajo que también vende, pacta o negocia. Generalmente quien es su propio jefe tiene a este equipo como apoyo, pero los números más altos son de ella o de él.
- Escoges tus estrategias
Ya que se trata de tu negocio, empresa, firma o despacho, tú eres la persona encargada de saber qué estrategias se aplicarán. Después de todo eres un experto en tu tema y conoces a tus clientes a la perfección.
- Te apasiona lo que haces
Justo este detalle es el que lleva a muchos jefes a ser sus propios jefes. Saben que hay otra forma de hacer o abordar eso que les apasiona. No se detienen. Los jefes apasionados llegan mucho más lejos porque son innovadores, estudiosos y felices de poder dedicarse a lo que tanto los mueve.
- Tomas todas las decisiones importantes de tu trabajo
Puede sonar bastante obvio, pero en muchos casos hay “jefes” que pierden su liderazgo, fuerza o pasión, porque alguien más empieza a ser su jefe. Sí, un jefe de otro jefe.
Quien es su propio jefe decide por sí mismo con base en un consejo, un grupo de expertos, o su propia experiencia. El jefe decide y su equipo ejecuta.
- Alcanzas mayores sumas que trabajando con alguien más
Si antes eras empleado de alguien más, sabes que con el mismo esfuerzo y dedicación que inviertes en tu negocio hoy, ganabas menos en el otro trabajo. Ser tu propio jefe retira esos límites a tu crecimiento.
- Organizas tu agenda
Un jefe no decide cuándo y dónde, sino que escoge las mejores fechas para cumplir con todos sus propósitos: estar bien con sus clientes, proveedores y hasta seres queridos. Si eres tú el que está escogiendo tus horarios, felicidades. Te otorga mucha flexibilidad y libertad en tu día a día.
De estas seis características de ser tu propio jefe, ¿cuántas tienes?
Es cierto que ser tu propio jefe no es paradisíaco ni está libre de estrés. Como dijimos antes, implica mucha responsabilidad. Sobre todo, cuando empezaste solo con tu nombre dentro de tu plantilla y luego puedes emplear a más personas (que, por cierto, es una sensación increíble).
Entre más lo pensamos y escribimos coma más nos convencemos de las bondades, beneficios coma y ventajas de ser tu propio jefe.
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