Las calaveritas mexicanas son divertidas, espontáneas y muy honestas. Son la oportunidad perfecta para que bromeemos sobre la ligereza de la vida y también sobre otros temas sensibles.
El ejemplo más antiguo que se conoce de una calaverita es la que escribió Fray Joaquín Bolaños durante el virreinato. Este es un extracto:
"Desabrida es la muerte mas para que no te sea tan amarga su memoria, te la presento dorada o disfrazada con un retazo de chiste... Va en forma de historia porque quiero divertirte".
Las calaveritas son irónicas, satíricas, cómicas. También son literarias porque se recurre al uso de rimas para divertir, conmover y criticar.
Seguramente recuerdas más de una que te haya sacado una carcajada o sorpresa. ¿Has querido escribir alguna que más de cinco guarden en su memoria?
No comas ansias y aplica estos consejos.
Cómo escribir una calaverita literaria
Escoge al personaje
Primero lo primero, ¿a quién le dedicarás tu ingenio? Puedes escoger a quien sea... Que esté vivo, pues si ya andan con la flaca, ¿cuál es el chiste? No importa si conoces a tu personaje o no, piensa en él o ella junto con sus habilidades y defectos. Estos te darán pie para desarrollar la historia. Por ejemplo, por su defecto puede que la muerte lo persiga... Pero su habilidad puede darle más días de vida.
No tiene que ser solo un personaje. Puedes escoger a un grupo de personas, como todos tus colegas.
Escoge el lugar
Con relación al personaje, decide dónde desarrollará su historia. Puede ser en su espacio laboral, su casa, o una calle cualquiera. Aprovecha los elementos del "escenario" para darle más color a la historia.
Escoge la situación
La situación se refiere a la razón por la que la muerte anda tras tu personaje. ¿Debe impuestos, anda en bicicleta muy rápido, lo estiman mucho? Puede ser cualquier cosa, pero escoge algo verídico para que sea satírico. Piensa en los detalles de la situación, elementos que la conformen. Por ejemplo, si hablas de "andar siempre en bicicleta", estos detalles serían la ciclovía, las llantas, etc. Pensar en cada elemento te inspirará.
Recuerda dichos populares
Una de las grandes bondades de las calaveritas es que preservan varios de los refranes, maneras de hablar y dichos que tenemos. ¡Úsalos mucho! Por ejemplo, puedes escribir cosas como que:
- Se petateó
- Lo cargó el payaso
- Le cayó el chahuistle
Sé creativo y encuentra los mejores chascarrillos.
Lee en voz alta
Esto sirve mucho para darnos cuenta de si nuestra calaverita está rimando. Si suena atropellado o desequilibrado, busca cuáles palabras se pueden quitar o suplir. Si se lo lees a alguien, también puedes detectar qué tan chistosa le parece tu calaverita.
Busca sinónimos
La muerte tiene muchos como la flaca, la parca, la huesuda. Los sinónimos nos ayudan a no repetir y a darle más sonido y ritmo a nuestra calaverita. Si no conoces un símil, búscalo en un diccionario.
Escribe sin miedo
Búrlate, adelante. Eso es lo divertido de escribir una calaverita. Recuerda que después vas a corregirla y todo es modificable, en el caso de que se te haya pasado la mano. No te detengas solo por pensarlo demasiado. Déjalo fluir.
Decide un final
No solo comentes que la muerte viene por alguien, que lo anda persiguiendo. Acaba tu historia. Puede ser que tu personaje se escapa, entonces cuéntanos cómo. El final le da al lector la satisfacción de que la historia tiene estructura y se concluyó. Incluso puede ser un final abierto, pero sí tiene que acabar.
¿Ya te sientes con la preparación suficiente para escribir una calaverita? Cuéntanos si estos tips te resultaron útiles y si mejoraron tus creaciones. No olvides compartirlas entre tus amigos, familiares o colegas. Las calaveritas son una excelente excusa para reflexionar sobre un tema innegable: todos vamos para el mismo lugar.
Por lo que nuestra pregunta obligada es…
Bueno, mejor te lo preguntamos en una calaverita…
El que lee esto es un tanto abusado, pero eso a la flaca la trae sin cuidado
Por eso, sigilosa, anda que le pisa la cola
Lo analiza de lejitos, para no provocar tanto miedito
Lo mira discreta en su casa, oficina o carretera
Siempre al acecho, le conoce hasta la ronquera
Y, querido lector, ¿quieres bailar con la más fea?
Ya que no puedes evitarlo, al menos deberías escoger el ritmo del huapango
Protege a los que más amas, blinda tu patrimonio
Si no te aseguras, capaz que se lo despachan otros
Con un seguro de vida, te vas a reír de la parca
Porque, aun desde el más allá, la flaca no te vio la cara
Y con un seguro de Gastos Médicos
¡Ni te cuento!
La huesuda nunca te va a agarrar con miedo
¿Y qué tal si tú decides ayudarles a más lectores ingenuos
a que se protejan, se cuiden y alcancen el retiro de sus sueños?
Pícale al siguiente botón para que conozcas una profesión
En el que la parca es un tema…
Pero que promueve la prevención
Si quieres recibir noticias sobre salud y educación financiera, suscríbete a nuestro boletín. Queremos mantenerte al tanto de las herramientas que necesitas para alcanzar tus metas en el tema de las Finanzas.