Un testamento es un documento importante. No debes de esperar a llegar a la tercera edad ni a estar enfermo para realizarlo. El testamento es la mejor manera de evitar un juicio sucesorio intestamentario. Y si el nombre del juicio te sonó largo, su proceso lo es todavía más, aparte de caro y tedioso.
El testamento es un documento legal que requiere de presencia notarial. En él se estipula lo que sucederá con nuestros beneficios y derechos después de nuestra muerte. Esto les da seguridad jurídica a nuestros familiares. Sin embargo, el testamento suele asociarse más con eventos tristes lágrimas y sufrimiento emocional, que con la paz que genera.
Solo 1 de cada 20 mexicanos cuenta con un testamento, según datos del Colegio de Notarios. Por esta y más razones, desde el 2003 la Secretaría de Gobernación y el Notariado Mexicano realizan una campaña llamada “Septiembre, mes del testamento”. Esta dura todo el mes y, en algunos estados, hasta octubre.
¿Cuáles son los beneficios del mes del testamento?
Hay varios:
- Los notarios extienden sus horarios de atención.
- Ofrecen información jurídica y testamentaria de manera gratuita.
- Se ofrece una reducción de por lo menos el 50% sobre el precio del testamento.
¿Cuánto cuesta un testamento?
El precio de un testamento varía del estado en el que te encuentres. En Jalisco, por ejemplo, es de 1,899 pesos.
Los estados en los cuales es más caro son:
Tamaulipas - $3,480
Chihuahua – $2,900
Quintana Roo - $2,900
El estado donde es más barato es Morelos. Cuesta 812 pesos.
Si ya estás convencido de realizar tu testamento, debes saber un par de cosas: primero, que puedes hacerlo la cantidad de veces que quieras. Cada vez que emitas un nuevo documento, el anterior pierde validez. Segundo:
¿Qué se necesita para hacer un testamento?
Este es un documento revocable, libre y personal. Por lo tanto, necesitarás tener plena facultad mental, ir por tu voluntad y tener 17 años (en algunos estados inclusive menos).
Para la elaboración del documento se necesita:
- Proporcionar datos como tu nombre completo, tu fecha y lugar de nacimiento, nacionalidad, estado civil y bajo qué régimen patrimonial estás casado, ocupación, domicilio actual.
- Una copia de tu acta de nacimiento.
- Original y copia de una identificación oficial que muestre tu fotografía y firma.
- Llevar contigo el nombre de tus padres, tu cónyuge, y tus hijos, inclusive si ellos ya fallecieron, así como sus fechas y lugares de nacimiento.
- Aclarar el nombre del albacea.
- En algunos lugares te piden testigos.
En tu testamento quedará definido quién será el albacea, es decir la persona que entregará tus bienes a los herederos. También se estipulará quién será el tutor, quién se encargará de la educación de los menores, en caso de existir. Finalmente, debe haber también un curador, quién vigilará que el tutor desempeñe bien sus tareas.
Aparte de bienes, activos, pasivos, obras de arte, dinero, autos y joyas, dentro del patrimonio se incluyen las deudas u obligaciones que el difunto tenía con otra persona. Puede ser el pago de impuestos, la pensión alimentaria y hasta el cuidado de un animal de compañía.
En el testamento se deben incluir los bienes y su ubicación, en caso de que no haya un heredero universal.
Los dos tipos de testamento más populares son el testamento público abierto dictado por un notario; y el testamento público cerrado, que se redacta por la persona y después es certificado por un notario.
Realiza tu testamento. Aprovecha la campaña de septiembre y hereda seguridad jurídica a tu familia.
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