Como nunca antes, la productividad es un valor empresarial que se está apreciando y buscando mucho. Hasta debajo de las piedras. Miles se preguntan a diario cómo le hacen otras personas para aguantar tantas horas trabajando. Otra pregunta es de dónde sacan tan buenas ideas y cómo no sienten pereza de avanzar, a diario, en sus proyectos.
¿De dónde sacan las fuerzas? ¿Es que todos tenemos que levantarnos muy temprano?
Tranquilo. Ni son superhéroes, ni tienen una adicción seria con el café. Lo que estás personas han alcanzado es un equilibrio para su estilo de vida y para lo que quieren alcanzar.
¿Cómo tener una vida equilibrada?
Es sencillo en teoría, pero como con todo, lo complicado es la práctica. El equilibrio en la vida significa tener balance en los diferentes aspectos de toda nuestra existencia. Ya que todo lo que somos y hacemos se compone de muchas burbujas, todas deben ser consideradas.
Pero, ojo, esto no quiere decir que todo tenga el mismo porcentaje de atención. El equilibrio no es dedicarle la misma cantidad de tiempo al rubro social que al profesional, por ejemplo. Entonces, la primera regla para tener una vida equilibrada es entender que cada vida es única. Tan única como la persona.
Existen muchos emprendedores que han preferido dejar de lado el tema de pareja para enfocarse en sus proyectos. Otras personas hacen todo lo contrario.
Si quieres tener una vida equilibrada debes diseñar lo que es equilibrio para ti.
Hazlo con cálculos. Considera que tenemos que dedicarle tiempo a:
- Pareja
- Amigos
- Familia
- Espiritualidad
- Trabajo
- Ejercicio
- Intelecto
Tienes 24 horas todos los días. ¿Cuál es tu mejor proporción para cubrir todos estos aspectos según tus metas?
Esto solo lo puedes responder tú. Lo que te aconsejamos es que tomes una agenda, veas las horas que tengas a diario y las repartas para cubrir todo esto.
¿Cuál es la rutina perfecta?
Una vez que hayas decidido a qué le quieres invertir más o menos tiempo, siguen los consejos que hemos probado y que más nos han servido para sentirnos exitosos, prósperos y felices. De eso se trata, ¿no?
No te daremos horarios ni cantidades. El chiste es que pruebes con hacer esto todos los días. Tú encontrarás cuánto tiempo te conviene dedicarle a cada cosa. Pon atención y escucha a tu mente y cuerpo. Cuando estés equilibrado lo vas a notar porque sentirás menos estrés y ansiedad. Garantizado.
- Duerme a la hora que decidas y establece un tiempo de descanso con el que realmente descanses
De nada sirve decir que te levantes a las cinco de la mañana si te dormiste a las 12. Tu cuerpo no se habrá recuperado. Lo mejor es que encuentres la cantidad de horas con la que te sientes bien y con la que te levantas con energía.
- Ejercicio, sí o sí
Nada te puede llenar de más energía y de mejor humor que hacer ejercicio. Tú decides si caminas, corres o vas a una clase de spinning. Haz lo que tú quieras, pero muévete. Ya sabes que el ejercicio nos ayuda a generar serotonina y dopamina. Tendrás una mente más clara y te sentirás alegre.
- Que la música sea tu terapia
Tienes una tarea después de este artículo y esa es crear una playlist que te motive. No baladas lentas, no letras rebuscadas. Busca canciones con buenos beats que te hagan concentrarte en lo que estás haciendo a través del ritmo. Cuando aplicamos este consejo, estábamos algo escépticos, pero la música mantiene tu ánimo y te impulsa. Comprobado.
- Agradece
¿Cuántas veces has escuchado este consejo? Suponemos que un sinfín. Pero ¿cuántas veces lo has aplicado? Inténtalo desde muy temprano. Lo que nosotros comenzamos a hacer fue, en cuanto nos levantábamos, aún en la cama, agradecíamos por todo. Es increíble, pero esto te da otra perspectiva. Solo di gracias porque puedes respirar, trabajar y abrazar a los que más amas.
- Come bien
Este consejo sirve no solo porque la comida es deliciosa, sino porque es nuestro combustible. Al día deberías de comer de todos los grupos alimenticios. Nosotros nos dimos cuenta de que una fruta a las 12 pm o alrededor de las 7 de la tarde es casi milagrosa. Energía garantizada. No te saltes tus comidas. Cada uno sabe a qué hora lo hace. Lo que no puedes arriesgar es la calidad. Recuerda: nutrida y balanceada.
- Descansa
Si no descansas, no avanzas. Te lo confirmamos: las siestas de quince minutos sí son poderosas, tirarse en el suelo cinco minutos es magnífico. De nuevo, adecúalo. Cada uno descansa a su manera. A algunos les sirve bailar, por ejemplo. Hazlo por lo menos cada dos horas. Si estás trabajando en una computadora el lapso es menor. La pantalla cansa mucho. Los estímulos del internet, cansan.
- Ten a tu motor presente
Si nos rompemos la espalda o la cabeza trabajando es porque tenemos una razón más allá del dinero. ¿Cuál es? Responde esa pregunta y no olvides la respuesta. Debes mantenerlo presente para que tu labor tenga un propósito y trascienda.
Si nuestro cerebro piensa que estamos haciendo algo sin sentido, no lo procesa de la misma manera. Es una tarea aburrida. Pero si sí tiene un significado, es algo gozoso y por lo que es esfuerza con alegría. Puede servir que tengas una foto de tu familia en tu escritorio, que imprimas una frase y la leas. No olvides qué te mueve.
Estos consejos se leen simples, pero justo en su simpleza está su poder. Primero te va a costar mucho seguirlos porque los subestimarás. Dales una oportunidad y cuéntanos cómo te sientes. ¿Funcionan? ¿Qué más agregarías?
El testimonio de esas personas exitosas que han fundado magno empresas es que descubrieron cómo alejarse de los pensamientos que les restaban, cómo unirse a un grupo que entendía sus metas, y no perder de vista lo más importante: el porqué de lo que hacen.
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